

El silencio que grita (Continuación)
Esta reflexión es la continuidad de nuestro llamado anterior: “Un Llamado a la Acción por la Herencia Garífuna en Punta Gorda y Honduras”. Aquella primera declaración marcó el tono de una preocupación seria: la falta de profundidad, de planificación y de conexión real con la esencia de nuestra historia durante el Mes de la Herencia Africana. Hoy profundizamos, reafirmamos y proponemos.
Estamos convencidos de que no basta con reconocer las deficiencias. Es hora de crear estructuras, estrategias y espacios que nos permitan transformar esta celebración simbólica en un movimiento de acción concreta para el pueblo garífuna y afrodescendiente en general.
1. Más allá del 12 de abril: Dos contextos, una misma lucha
Es fundamental distinguir entre el Mes de la Herencia Africana (todo abril) y el 12 de abril, que conmemora la llegada del pueblo garífuna a Honduras. Aunque son celebraciones distintas, están intrínsecamente conectadas. El primero honra la herencia africana en toda su diversidad, la segunda marca un hito en la historia garífuna.
Ambas fechas deben integrarse en una agenda conjunta de acción, que contemple celebraciones culturales, educación histórica, diálogo regional, y planes de desarrollo. El Comité de Conmemoración del Mes de la Herencia Africana, propuesto en la Parte I, podría ser el ente encargado de liderar este plan estratégico plurianual, en coordinación con los patronatos comunitarios y actores institucionales.
2. La inclusión afrodescendiente y la unidad regional
El garífuna no está solo. Nuestros hermanos afrodescendientes de habla inglesa también han sido excluidos del discurso nacional. La celebración del mes debe abrir espacios a delegaciones de Belice, Guatemala, Jamaica, Islas Caimán y otras naciones con poblaciones negras caribeñas. Esta red regional puede ser una plataforma para intercambios educativos, económicos y culturales.
Debemos construir una identidad afrodescendiente integradora, plural, y basada en el respeto mutuo, que incluya al garífuna, al creole, y a los demás pueblos negros del Caribe.

3. Superar estereotipos: del folclorismo a la autoestima colectiva
La imagen del pueblo negro no puede seguir limitada a tambor, danza y bebidas. Nuestra celebración debe reflejar la profundidad de nuestras luchas y nuestras capacidades. Es tiempo de mostrar al garífuna como:
- Líderes en educación.
- Innovadores en economía.
- Gestores de proyectos sociales.
- Defensores de la tierra y la vida.
La creación de una Cooperativa Financiera Garífuna Nacional es parte central de este cambio de paradigma, ya que representa un paso hacia la autonomía económica y la organización estructurada que tanto necesita nuestra comunidad.
4. Planificación estratégica y construcción organizada
El 12 de abril y el Mes de la Herencia Africana deben formar parte de una agenda integral de fortalecimiento comunitario que permita transitar de la resistencia histórica a la construcción activa del futuro. Esa agenda debe diseñarse desde lo local, con la participación activa de los patronatos, las organizaciones garífuna, la municipalidad, la comunidad internacional y, sobre todo, del pueblo mismo.
Proponemos cinco pilares para esta hoja de ruta:
- Educación histórica y cultural.
- Desarrollo económico sostenible.
- Defensa del territorio y derechos ancestrales.
- Fortalecimiento institucional comunitario.
- Integración regional afrodescendiente.
Para lograrlo, es fundamental:
- Reestructurar ONGs y redes garífunas para el desarrollo autosostenible.
- Consolidar una red nacional de cooperativas y emprendimientos afrodescendientes.
- Formar a nuestras juventudes en tecnología, gestión, educación y cultura.
- Crear observatorios comunitarios que vigilen y propongan políticas públicas.
Solo así podremos pasar de la reacción a la acción planificada, construyendo un camino sólido hacia la autodeterminación y el bienestar colectivo.
5. El patronato: de figura simbólica a agente de desarrollo
Uno de los ejes fundamentales de esta transformación es el reconocimiento legal, institucional y operativo de los patronatos, comenzando con el de Punta Gorda. La falta de personería jurídica limita su capacidad de acción y acceso a recursos. Esto debe cambiar.
Acciones clave:
- Tramitar la personería jurídica de todos los patronatos en comunidades garífuna.
- Capacitar en gestión de proyectos, administración, liderazgo y rendición de cuentas.
- Establecer comités temáticos y estructuras participativas (asambleas abiertas, consultas populares).
- Convertirlos en instituciones transparentes, inclusivas y eficaces.
6. El Estado: garantía de derechos, no benefactor silencioso
El Estado: garantía de derechos, no benefactor silencioso
El Estado hondureño tiene una deuda moral y legal con los pueblos afrodescendientes. Exigimos:
- Cumplimiento efectivo de derechos territoriales, culturales y políticos.
- Recursos para infraestructura, educación, salud, cultura y vivienda.
- Programas antidiscriminación con enfoque étnico-racial.
- Participación directa de representantes afrodescendientes en la formulación de políticas.
8. Agradecimientos con crítica constructiva
Valoramos a los medios que han hecho esfuerzos por visibilizar el Mes de la Herencia Africana. Pero el pueblo negro merece más que notas breves. Necesitamos producciones de fondo, documentales, entrevistas, análisis.
Lo mismo ocurre con ciertas ONG que deben redefinir sus funciones. No podemos seguir desde el asistencialismo ni el oportunismo. Hay que reconstruir desde la confianza comunitaria, el compromiso verdadero y la transparencia.
9. Reconocer los desafíos, reafirmar el compromiso
Sabemos que no será fácil. Existen retos: divisiones internas, recursos limitados, exclusión histórica. Pero la unidad es nuestra mayor herramienta. Con organización, compromiso y liderazgo, podemos superar cualquier obstáculo.
10. Conclusión: Estamos listos para liderar nuestro destino
Reitero desde este espacio mi compromiso firme con el pueblo garífuna y con cada esfuerzo que eleve nuestra conciencia, autoestima y acción colectiva.
Porque sí hay talento. Sí hay capacidad. Sí hay historia. Sí hay potencial. Lo que falta es unidad, visión y estructura.
El Comité de Conmemoración, el museo afrodescendiente, la cooperativa nacional, los patronatos fortalecidos y la agenda afrodescendiente regional son parte de esa hoja de ruta.
No es una utopía. Es posible. Y lo vamos a lograr. Juntos.