El Ocio Nocturno y la Industria de Restaurantes y Bares, son Pilares de la Economía y no Enemigos de Roatán

Introducción

En la mayoría de países, el ocio nocturno —que comprende bares, restaurantes, discotecas y otros espacios de entretenimiento— es una parte esencial del engranaje económico. No se trata únicamente de diversión; es una fuente masiva de empleos, un atractivo turístico y un motor de desarrollo local. Sin embargo, en Honduras, y particularmente en Islas de la Bahía, la industria enfrenta cada vez más obstáculos que ponen en riesgo su sostenibilidad.
Este texto es un llamado a la reflexión y a la acción: no se puede seguir limitando un sector que, lejos de ser un problema, es una solución para el desarrollo económico y social de las islas.

DEL POTENCIAL ECONOMICO:

En Honduras, según datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), el sector de restaurantes y hoteles emplea a 99,655 personas de manera directa, lo que lo coloca entre los siete sectores económicos con más asalariados del país. Solo en San Pedro Sula, el sector HORECA (Hoteles, Restaurantes y Cafés) genera más de 60,000 empleos directos.


En Islas de la Bahía, la situación es aún más crítica y estratégica: la economía local depende en más de un 90% del turismo, y el ocio nocturno es uno de sus principales atractivos. Esto significa que cualquier restricción a este sector impacta directamente en el bolsillo de miles de familias isleñas.

Un solo restaurante en Honduras puede contratar entre 10 y 15 personas, dependiendo de su tamaño, mientras que los bares y discotecas medianos suelen emplear entre 8 y 25 trabajadores, sin contar empleos indirectos como proveedores, transportistas, artistas, músicos, DJ’s, promotores y empresas de seguridad privada.

Costos reales de operar

Poner en marcha o mantener un bar o restaurante en zonas turísticas de Honduras implica costos fijos considerables:

  • Alquiler: en áreas comerciales de alto flujo en ciudades y zonas turísticas, un local puede costar desde US$3,000 hasta US$6,000 mensuales.
  • Licencias y permisos: las licencias para venta de bebidas alcohólicas han incrementado significativamente en costo y burocracia en los últimos años.
  • Planilla: para un restaurante con 15 empleados, el pago mensual de salarios puede superar fácilmente los L200,000 (más de US$8,000), sin incluir seguridad social y beneficios.
  • Gastos operativos: energía eléctrica, agua, transporte, insumos importados (que en zonas insulares como Roatán tienen sobreprecio), marketing y entretenimiento.

Estas cifras muestran que cada hora de operación cuenta, y que restringir horarios no solo reduce las ganancias, sino que puede significar la diferencia entre sostener los empleos o cerrar las puertas.

RESTRICCIONES MUNICIPALES: UN FRENO INNECESARIO

En los últimos años, salvo gestiones como la del exalcalde Dorn Ebanks, la municipalidad ha impuesto restricciones que limitan la competitividad:

  • Cierre obligatorio a las 2:00 a.m. los fines de semana.
  • Cierre a medianoche entre semana.
  • Cierre a las 10:00 p.m. los domingos.

Estas disposiciones no toman en cuenta que vivimos en un destino caribeño donde el turismo busca precisamente experiencias nocturnas, y donde otros países y territorios del Caribe permiten horarios mucho más amplios, incluso sin restricciones fijas.

Impacto Negativo:

Como DJ, organizador de eventos y expropietario de bares y restaurantes en Roatán, puedo dar testimonio de lo que significa para un emprendedor este tipo de decisiones: En un mismo año, tuve que cerrar dos negocios en menos de seis meses por la combinación de altos costos, poca flexibilidad en horarios y una carga burocrática que en vez de incentivar la inversión, la asfixia. Este no es un caso aislado: decenas de empresarios en las islas han pasado por lo mismo, con el consiguiente desempleo para su personal y pérdida de un atractivo turístico clave.

El derecho constitucional al libre comercio

La Constitución de la República de Honduras garantiza la libertad de industria, comercio y trabajo. Cuando las autoridades locales restringen de forma arbitraria horarios y licencias, sin estudios técnicos ni alternativas viables, se está vulnerando este derecho fundamental.
El verdadero papel de un gobierno local no debería ser crear trabas, sino fomentar el desarrollo económico, garantizar la seguridad y generar condiciones para que los negocios puedan prosperar.

El papel de la Cámara de Comercio

En Islas de la Bahía, para obtener ciertas licencias, se exige la afiliación obligatoria a la Cámara de Comercio. Sin embargo, no se observan propuestas o acciones contundentes de la Cámara para defender los intereses de la industria ante las autoridades municipales. Muchos empresarios sienten que pagan por un servicio que no reciben.

Una organización que realmente represente a sus afiliados debería ser la primera en alzar la voz contra medidas que limitan el desarrollo económico local.

Propuesta: una asociación de la industria

Es urgente la creación de una Asociación de Bares, Restaurantes, Discotecas y Trabajadores del Ocio Nocturno, con objetivos claros:

  1. Defender los intereses comunes ante autoridades locales y nacionales.
  2. Negociar horarios adaptados a la realidad turística.
  3. Capacitar al personal en servicio al cliente, idiomas, seguridad y hospitalidad.
  4. Promocionar la gastronomía hondureña como parte de la identidad turística.
  5. Fortalecer la seguridad en los establecimientos para beneficio de clientes y empleados.
  6. Impulsar campañas de marketing conjunto para atraer más turismo nocturno.

Conclusión: el dinero no duerme

Limitar el ocio nocturno es limitar la economía de Islas de la Bahía. No existe en ningún otro destino caribeño desarrollado un cierre tan temprano de bares y restaurantes como el que se impone aquí.

Si realmente queremos competir, atraer más visitantes y mantener los empleos que dependen del turismo, necesitamos decisiones inteligentes, basadas en datos y en diálogo con el sector, no imposiciones que asfixien a quienes generan oportunidades.

Es hora de que los gobernantes actuales y futuros entiendan que el ocio nocturno no es un enemigo, es un aliado del desarrollo económico.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *